La semana pasada me tocó cubrir la festividad de San Bernardo en el Monasterio de Cañas, mientras esperaba un rato a que llegara el Presidente de la región, a la sombra, las moscas y el calor no me dejaron en paz. Así que decidí esperar a que acaba la misa dentro del monasterio. Dentro se estaba muy fresquito y sin una mosca, perfecto.
Igual es la manera de pasar el verano, escuchando todas las misas que podamos en los templos fresquitos de Dios...
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3 comentarios:
...Yo creo en los bares con aire acondicionado y en las cervezas fresquitas, o incluso en un buen Gintonis si es después de comer; porque como decía mi abuelo: "Sopas y misas, pocas...que son de poco provecho!"
Savage, y así es...
Luisín, que sabio tu abuelo..., que sería mayor que tú, no?
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