Petición

Me pide Eva, en los comentarios del blog, que cuelgue la foto que tanto les moló a los Príncipes de Asturias en su visita a La Rioja en el 2004, y que acabaron pidiendo un copia para que formara parte de su album particular, pues ahí va...
Ya aprovecho, y os cuento, para que os descojonéis un poco, que le martes 13 en la última visita de su SAR el Príncipe de Asturias, servidor se dejó el DNI en casa por lo que en el acceso al evento tuvo problemas para entrar. Gracias a Flor, la cherif, de prensa del Gobierno de La Rioja que intercedió por mi, y a Enrique Del Río que dió fe de que yo era Justo Rodríguez, pude entrar a cubrir el acto.
Fernando Alonso, del gabinete prensa del Gobierno de La Rioja, que es un tío que tiene muy buen humor ha hecho este comentario en el blog que describe un poco la escena del martes 13.
Fernando, que también se encontraba en el lugar, imagina la escena en la calle Laurel para darle otro aire, pero sucedió en San Millán, y dice así:

Vas por la calle Laurel, te dispones a entrar en un bar con una cuadrilla de ochenta colegas y un tipo te para en la puerta.
- A ver, documentación.
- Que es que no llevo.
- Pues esperas. El resto de tus colegas van pasando y tú esperas, que es lo que te han dicho. Cuando terminan de pasar todos tus colegas, el gacho se encara contigo.
- A ver, documentación.
- Que no tengo.
- Carné de conducir o algún otro documento.
- No, no llevo nada. Esta mañana me he cambiado la chaqueta y me he dejado la cartera en casa.
- Usted no sabe que le puedo denunciar por ir indocumentado. No puedo dejarle pasar.
- Prefiero que me denuncie a que me echen del trabajo.
- Así no le puedo dejar entrar. Otra posibilidad es que vayamos a un cuartel a que le reconozcan, pero eso llevará una hora. Y antes tenemos que cerrar el bar.
¿Usted con quién venía?
- Con gente del trabajo.
- Pues dígale a uno que salga.
Mientras hago las pertinentes averiguaciones. Y el tío del trabajo sale, como que con él no va la cosa.
- ¿Qué quieres?
- Que tienes que dar fe de mi vida.
- Que tengo que entrar.
- Espera un poco. El protagonista se dirige al de la puerta y le dice: -Éste es el que va a dar fe de mi vida. - ¿Le conoce?, dice dirigiéndose al colega.
- Pues, sí, dice el colega como con desgana.
El de la puerta se encara con nuestro buen amigo.
- Fecha de nacimiento. - veintitantos del tres del sesenta y tantos... La escena transcurre a sotto voce. La cara del tipo va tornando a mejor, que a peor no podía. Termina la conversación entre ambos.
El prota entra al bar y dice a los colegas: - Cuando le he dicho que era del sesenta y tantos y no del ochenta ha mejorado el asunto.
Desde que cumplí cuarenta tacos mi vida ha cambiado.

Mañana cuento otra de la recepción de SAR el Principe de Asturias al Consejo de Administración de La Rioja, vivida en primera persona por Esperanza Martínez Zaporta.