martes, 25 de noviembre de 2008

De pequeño era un pardillo

En la foto vemos a Tolo retratado por el maestro de fotógrafos en La Rioja, Jesús Esteban Insa, Payá. Tolo a partir de ahora repartirá chucherías en otros lugares...
Ayer en la redacción se comentaba la noticia y muchos confesaban que le birlaban, palotes, chicles, pipas, etc...
Yo confieso que nunca le robé nada, era bastante pardillo. Con la edad fue cuando practiqué en la adolescencia mis primeros "simpas" por la calle Laurel, lo confieso.
Hoy reproduzco aquí la columna que otro maestro, Toño Del Río en Diario La Rioja, dedicó al endulzador del espolón.

¿Quién no
robó a Tolo?


Los comerciantes del
Casco Antiguo de
Logroño, alma, vida
corazón y luz de la zona
más maltratada de la ciudad en
las últimas décadas, van a
hacer justicia, pese a la huelga,
con una de las personas
cuya existencia no ha sido ajena
a ningún logroñés entrado
en la treintena: Tolo.
Estaba convencido, cuánto
me alegro de mi error, de que
Tolo andaba ya de aquí para
allá con su carromato entre el
limbo y el cielo, vendiendo chupachuses.
Y que me emocionó
que los del Casco Antiguo le
sacaran de su silenciosa jubilación
hace unos días para verle
retratado en el periódico con
92 tacos a cuestas, que dudo le
pesen tanto como el carrito con
el que endulzó mi niñez y la de
cientos, miles, de los que nos
asomamos a la adolescencia a
la sombra de la Concha de El
Espolón.
Jamás me preocupé de su
nombre. Supongo que le bautizaron
Bartolomé –apellido también
de un portero de la casa
paterna cuando aún los porteros
no eran guardas de finca
urbana, y del que también
guardo un gran recuerdo–. Y
ahora, tanto tiempo después,
me he resistido a averiguarlo.
Para mí, Tolo siempre será
Tolo. Ni siquiera Tolín, como
le decían otros. Mi confianza
no alcanzaba a tanto.
El carrito de Tolo era punto
de encuentro de la panda, de
las muchas pandas que pasábamos
la tarde, entre las cinco
y las ocho, en la plaza de las
plazas de la ciudad. Tolo era el
Emilio Botín de la chavalería.
Porque a él entregábamos nuestras
exiguas pagas a cambio de
un cardo rosa –aquello sí era
una golosina–, una bola de coco
o una barra de regaliz, de regaliz
rojo en mi caso, sin temor a
engaño. Y asumo que cuando
andábamos caninos, las más de
la veces, Tolo se hacía el orejas
y el cegatón con su gorro de
piel vuelta y, ahora lo sé, nos
dejaba pecar contra el séptimo;
y los chicles, Bazoka primero
y luego los Cheiw, desaparecían
como por ensalmo. Sabía y
callaba que, sin excepción,
todos le guindábamos a Tolo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también era un pardillo y jamás le mangué nada al bueno de Tolo, al cual admiraba por dos motivos,el primero por su don de la ubicuidad, estaba a la salida de todos los colegios a la vez, Maristas, Enseñanza, Adoratrices, etc (luego descubrí que tenía un hermano clavadito a él)y segundo por su carro, una auténtica obra maestra de ingeniería, con esos vuelos, lleno de chucherías (con él entendí el horror vacui) ese toldo que todo lo protegía (déjate de Calatravas). Y sobre todo su amabilidad, sin un mal gesto.
Incluso cuando le repetíamos cada uno de los alumnos en época de calores aquella cantinela de "Tolo, dáme un polo de palo de pela"

CRIS dijo...

Yo tampoco le robaba a Tolo, siempre he sido una niña buena... Eso sí, no te puedes imaginar el dineral que les sacaba a los vecinos de casa de mis padres para gastar donde Tolo a cambio de besos... MUAK

Unknown dijo...

...poeta...

Anónimo dijo...

Creo que poca gente puede decir que nunca ha hecho un "sinpa" por la laurel, bien por olvido quizas influenciado por los vinitos o bien quizas por la algarabia del bar...

Palabras desde un movil y gracias al 3G volviendo de una conferencia de Microsoft en una heladora Pamplona...

Anónimo dijo...

Creo que poca gente puede decir que nunca ha hecho un "sinpa" por la laurel, bien por olvido quizas influenciado por los vinitos o bien quizas por la algarabia del bar...

Palabras desde un movil y gracias al 3G volviendo de una conferencia de Microsoft en una heladora Pamplona...

justo rodríguez dijo...

- Javier: "Tolo, dáme un polo de palo de pela", no lo había oido, muy bueno...

- Cris, que conoces todos nuestros recuerdos de los cuarentones...

- Savage, quién, yo?

- Borja, interesante la conferencia?...

Espita Gorgorita dijo...

Pues yo tampoco robaba a Tolo, pedia la paga hasta a el frutero para comprar los palotes, eso si...

Que paciencia tenia Tolo!

- Cuanto es la mora?
una peseta
- Cuanto es el palote?
cinco pesetas
- ehhhh cuanto es la mora?
una peseta..

Y así hasta que fundias los cinco duros...

Me ha dado mucha pena, creo que hasta me he hecho un poquito mas mayor...

Anónimo dijo...

Era sobre unas nuevas tecnologías de desarrollo, lo malo de estas cosas es que al darla la gente de Microsoft pues... que van a decir, todo lo políticamente correcto aunque haya cosas mejores o existan fallos ;)

justo rodríguez dijo...

Espita gracias por tu visita a esta cueva...