sábado, 27 de septiembre de 2008

El año pasado talisman este año gafe

Desde que mi padre se jubiló de la Plaza de toros, y quitó la carpintería de la calle Mayor, los San Mateos son algo descafeinado y sin sabor ninguno.
Hubo un tiempo en el que me levantaba, iba al apartado (a enchiquerar, es decir, meter a los toros en los chiqueros, no a hacer fotos del ambigú), comía unas deliciosas migas que hacía mi madre y mis tías, mientras me echaba un traguito de zurracapote (de claro, por supuesto, en mi familia siempre de claro), De ahí a los toros (no a hacer fotos, sino de carpintero barrera en al callejón).
Cuando acababa la corrida, un bocadillo de lomo con pimientos en El Moderno, y al Parador, (con la Monste e Ignacio) un bar de la calle Mayor donde trabajaba hasta las..., de la madrugada, dos coponchos con Valdy y el Salch a la cama, y vuelta a empezar. Así, durante siete días...

3 comentarios:

Toño Ruiz dijo...

Y para cuando esa semana empezaba, Justo y algunos de nuestros amigos, se habían encargado de que todo el mundo supiera donde sentarse en la plaza de toros.

Pero claro, esto pasaba unos días antes, así daba tiempo a que secase la pintura negra con la que repasaban todos los números de las localidades.

Aunque ahora que recuerdo creo que de esta historia ya se ha hablado en este blog, no localizo el post, pero eso es otra historia, la de este blog.

Anónimo dijo...

como bien dices el zurracapote de claro , yo tambien en la bodega de mi padre lo haces con la receta de siempre.

muy interesante tu blog, te sigo cuando tengo algo de tiempo.

las fotos increibles

chao

justo rodríguez dijo...

- Toño, entrañable..., se ha pasado el verano sin una chuletada en Villamediana como las de entonces...

- Anónimo, dame por favor alguna pista para saber quien eres, así pondré más cariño al contestarte. Gracias, aín así por tu comentario.
Que bueno el zurracapote de claro...